Capítulo 1 - Vuelta al Campamento
Me dolía la mitad del cuerpo y tenía las piernas entumecidas de tanto correr, por suerte solo estaba a unos pocos metros de la entrada al campamento y conseguí llegar sin agotar mis fuerzas por completo. A simple vista no parecía haber nadie, no como solía recordar al campamento antes de marcharme. A medida que me acercaba pude distinguir figuras alrededor del comedor, pero pude comprobar que no se percataron de mi presencia.
- Hoy hace cinco años que Layla Skyles desapareció en una búsqueda con solo 12 años, los campistas siempre la recordaran como una chica alegre e inocente, pero muy valiente. Nadie sabe que le pasó, pero su hermano mellizo que la acompañaba, fue encontrado muerto un mes después – explicó Quirón dirigiéndose a todos los campistas que habían reunidos.
- ¿Cinco años? - pregunté en voz alta sin darme cuenta. No podía ser posible que había pasado tanto tiempo desde que pisé por última vez estas estancias. Solo recuerdo despertarme hace seis meses en Fénix, lo demás es demasiado confuso.
Varios campistas se dieron la vuelta y me reconocieron, poco después el campamento se llenó de gente incrédula que no hacía más que abrazarme. Muchos de ellos no sabían quién era, ya que aún no habían llegado al campamento cuando yo desaparecí.
- Layla, acompáñame a la Casa Grande - me dijo Quiron un poco serio. Mientras caminaba repasé mentalmente los cambios que habían surgido en el campamento, aunque de la mayoría de los sitios no conseguía recordarlos.
Conforme nos acercamos pude distinguir una figura que me resultaba bastante familiar, él al verme se acercó con una sonrisa en la cara.
- Hola Layla, bienvenida de nuevo – me dijo Aiden con las manos en los bolsillos del pantalón. Tenía el pelo negro un poco más largo que cuando eramos pequeños, los ojos seguían siendo de ese verde esmeralda hipnotizante y había crecido mucho desde la última vez que lo vi. Para ser hijo de Hades era bastante sociable, por lo menos por lo que recordaba.
- Aiden – le saludé seca con un simple movimiento de cabeza al pasar por su lado. Resultaba raro llamarlo así, después de haberle llamado siempre monstruo sin cerebro. Una historia que contaré otro día.
Al llegar a la Casa Grande Quiron me pidió que me sentara y tardó un poco en hablar, antes suspiró dos o tres veces.
- Layla, no se como decirte esto...
SIGUE. YA. ¿Qué tiene que decirle? Pobre Layla es mucho tiempo fuera, muchas historias que necesito saber! jajajajaaj
ResponderEliminarMil besos
Menuda vuelta al campamento, por lo menos sabía dónde estaba ^^ ¿Qué le va a decir? ¿Lo de su hermano?
ResponderEliminarUn beso! ^^